jueves, 22 de agosto de 2013

Juguetes rabiosos: la odisea del día del "niño"

"Día tras día se niega a lxs niñxs el derecho de ser niñxs.
Los hechos que se burlan de ese derecho, imparten sus
enseñanzas en la vida cotidiana. El mundo trata a los niñxs ricxs
como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar como
el dinero actúa. El mundo trata a lxs niñox pobres
como si fueran basura, para que se conviertan en basura.
Y a lxs del medio, a los niñxs que no son ni ricos ni pobres, lxs tiene 
atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano
acepten, como destino, la vida prisionera. 
Mucha magia y mucha suerte tienen lxs niñxs que consiguen ser niñxs"
Eduardo Galeano
(Patas para arriba. La escuela del mundo del revés)


El tercer fin de semana de Agosto, siempre da tela para cortar en materia de género. Todxs sabemos que la calle se va a llenar de gente, las juguetearías desbordan y si el día acompaña, los parques se llenan de rosa y celeste.
Si nos limitamos al significado literal del nombre de la conmemoración, los varones pequeños festejan su día: “El día del niño” se repite hasta el hartazgo... pobres niñas. En tal sentido solo recordaremos que el lenguaje es forma material de la ideología, actúa sobre la realidad, o al decir de Chomsky, categoriza en su función principal de organizar el pensamiento. Esta manera de organizarlo no es aleatoria, sino que impone una forma particular de significar/nominar el mundo.

En base a esto, no nos sorprende que se siga diciendo indistintamente “el día del niño” ni mucho menos que todo lo que este día conlleve, sea al menos, de un tenor similar. Ser feminista e ir a comprar un regalo lo menos sexista posible, es toda una odisea.

Lo primero que llega a nuestros sentidos son las publicidades: a las mujeres nos toca “la cocinita” -y con especial enfansis en el diminutivo-, con una voz en off dulce y aguda, y para los chicos se habla de “fuerza”, “velocidad” y una voz en off ruda y firme. El segundo conocido escenario es la juguetería: tonos claros y pasteles preponderando el rosa para las chicas, y fuertes y llamativos como el azul o el rojo para los varones. El tercer escenario surge al indagar sobre las actividades que promueven cada producto en función de los género: cocinas, bebotes, maquillaje y limpieza para ellas, y autos, deportes, armas y robots para ellos.

A estas alturas suponemos que nadie cree que este tema es solo una cuestión de colores. O al menos casi. No se trata de si el rosa o el celeste, sino de todo el aparato ideológico que produce y es reproducido por estas divisiones. Interrogarnos por el "por qué", es pensar el lugar que socialmente ocupan los juguetes en esta sociedad de consumo. Porque estos juguetes claramente diferenciados, existen porque hay un mercado (muy grande) que los consume y demanda. Éstos, coagulan ideas sobre la niñez, sobre los roles, sobre las funciones que deberán llevar a cabo quienes los utilizan. No se trata de demonizar a los juguetes, sino de poder ver qué cristalizan y cómo responden a los estereotipos de género.

¿Qué provoca esto?
Para responder a esta pregunta es necesario tener presente que el juego es un medio de aprendizaje, de exploración, de descubrimiento. Los juegos y juguetes en su “como si” , sirven de ensayo para la vida exogámica, definen comportamientos, enseñan a solucionar conflictos, construyen su universo de posibles y promulga la relación de lxs niñxs con el mundo.
Enmarcado esto, se comprende que la división entre juegos y juguetes sigue fomentando roles y modelos vinculares diferentes, propiciando la ya mencionada socialización diferencial, en vez de fomentar el desarrollo integral.
Lxs niñxs ven y escuchan, y en esa interacción grabada por las palabras de aprobación (o no) de lxs adultxs, se van incorporando las conductas aceptadas y esperadas para cada género. Es a través de este tipo de aprobaciones que aprenden por ejemplo, que jugar con muñecas es propio de las niñas; y asimilan la división sexual como natural, reproducen el modelo patriarcal de sociedad y comienzan a trazar una línea donde lo inteligible y lo ininteligible es hablado por el patriarcado.

¿Que podemos hacer entonces?
Creemos que lo primero que hay que aprehender es que la libertad e igualdad son patrimonio de todxs. No se trata de que los niños tengan que hacer cosas de niñas, y las niñas cosas de niños. Sino de cambiar los esquemas de relación que luego actuarán en la vida adulta. De que la posibilidad sea una hecho.
A modo de esquema compartimos que:
  • Hay que usar los juguetes trascendiendo la división sexual tradicional que se hace de ellos.
  • Ofrecer nuevos modelos de relación entre los géneros. (Juegos de rol)
  • Propiciar el acceso de niñas y niños a juguetes “correspondientes” al otro sexo, a fin de potenciar un desarrollo integral de sus capacidades.
  • No forzar imágenes estereotipadas ni masculinas ni femeninas

La situación ideal, sería que además lxs adultxs puedan ofrecer modelos de varón y mujer realizando actividades “tipicamente de mujeres y varones” indistintamente. Es interesante notar que si bien la mujer ha ingresado al mundo público, no en la misma proporción lo han hecho los varones al doméstico. Sucede algo parecido (¿causa?¿efecto? ¿casualidad?) en la niñez: es más común ver que las niñas realicen juegos de niños -y que lxs adultxs los promuevan- , que ver a un niño jugando a las muñecas, por ejemplo. ¿No es una manera de seguir desvalorizando lo que históricamente fue espacio de la mujer (y por ende a la mujer)? ¿No opera esto como la resistencia a lo instituyente?
Es necesario que dejemos de ver nuestra propia niñez con el lente del modelo romántico, y nos interroguemos ¿qué aspectos estamos promoviendo con estos juguetes?, ¿qué valores, habilidades, actitudes y aptitudes se desarrollan con sus juegos? Cuanto más rico y variado es un ambiente, mayores son las oportunidades de desarrollo que se ofrecen.

Si los juguetes cobraran vida, probablemente estarían rabiosos por tan generalizada mezquindad.


Dejamos para ver y reflexionar, un video donde se queda en evidencia la manera diferencial de promocionar y vender los juguetes para los nenes y las nenas. 





Bibliografía:

-Galeano, E. (1998): Patas para arriba: La escuela del mundo al revés.
-Lopez, M. Género y poder en el mundo público. Ficha de cátedra.
-VV.AA (2009) Juegos y juguetes para la igualdad. Guía didáctica. Dirección General de la Mujer. Gobierno de Cantabria

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