lunes, 5 de octubre de 2015

¿Y la violencia policial contra mujeres y trans?



Gatillo fácil, causas armadas, paseos en patrulleros, uso excesivo de la fuerza policial, abusos sistemáticos, pago de coimas... Encontramos que los principales estudios sobre violencia policial se han realizado sobre una supuesta neutralidad de género, por ende los modos de accionar de las fuerzas de seguridad aparecen como similares en varones, mujeres y en aquellas personas que no se identifican en este binomio. Tal vez, sea el colectivo trans quien más haya puesto en evidencia que sobre ell*s la policía ejerce prácticas singulares, no menos letales de las que son víctimas los jóvenes, varones de clases populares.

Sin minimizar la violencia que ejercen las fuerzas de seguridad sobre estos jóvenes varones, nos proponemos pensar de manera preliminar ese punto ciego de las prácticas de la policía sobre mujeres y trans. Y decimos preliminar, porque al no haber encontrado bibliografía sobre este tema, realizaremos una aproximación en función de la experiencia y de la extrapolación de ideas de artículos que rozan temáticas similares. 

Lo primero que se nos presenta como evidente es que las Fuerzas de Seguridad, tiene en sus cimientos una estructura organizativa militarizada, con jerarquías rígidas, estructura vertical, con una fuerte impronta patriarcal que prepara a sus miembr*s para obedecer al/a la superior y que redunda en la distinción entre “nosotr*s” y los “otr*s”. Generalmente en ese “otr*s” hay implícito una cuestión de clase que hace que determinado grupo social sea la principal víctima del poder policial, establecido bajo una relación de dominación asimétrica en el cual una persona (policía, gendarme) ¿tiene? el poder de controlar la libre circulación de otra (por ejemplo pibe o piba de barrio, y/o trans). Complejiza este abordaje la intersección de otro sistema de dominación, el de las relaciones de género que se configura sobre relaciones desiguales de poder entre varones y mujeres. 

Por lo tanto, esta violencia policial enmarcada dentro de una violencia estructural de orden social tiene prácticas distintas cuando se entrelaza con otra violencia estructural que es la de género, la del patriarcado. 

Como refiere el Colectivo de Juguetes Perdidos en su libro “¿Quien lleva la gorra?”:

          “el cuerpo de la piba muchos mas que el del pibe esta sometido y tironeado por múltiples     mandatos sociales: el religioso, el patriarcal, el publicitario. Las pibas si son “lindas” pueden escapar al racismo- ambiente que signa las biografías de los pibes. Lo que la piba puede “ofrecer” como belleza o simpatía (es capital), el pibe lo tiene que traducir en capacidad de generar miedo o respeto. (…) Porque si a los pibes los bajan por atrevidos, por cuestiones de respeto o por algún vuelto que siempre queda sin pagar en el barrio, a las pibas las matan por pibas” (p 115)


En nuestra experiencia, lo que refieren las mujeres que conviven con ambas violencias estructurales, es que las prácticas policiales se manifiestan principalmente en el acceso callejero a su cuerpo en forma de “piropos” y pedidos de números teléfonicos, hasta el abuso y/o coima sexual como condición para “zafar” de situaciones legales o ilegales por parte de las fuerzas de seguridad. Sea porque efectivamente la víctima esté cometiendo un ilícito o simplemente porque la negativa a responder al requerimiento policial conlleve un armado de causa por parte de las fuerzas.

El caso de las chicas trans, conlleva otra complejidad ya que sus consecuencias suelen ser aún más violentas. Las prácticas policiales en este caso, se caracterizan por la negación de la identidad autopercibida, la violencia física y verbal, coimas sexuales y económicas, y detenciones ilegales y en condiciones insalubres. Se suma a estas situaciones, la violencia institucional que las revictimiza si deciden denunciar estos hechos. Pese a los grandes avances legislativos, l*s funcionarios judiciales parecen olvidarse generalmente del derecho de las personas trans a un trato digno y de respeto a su identidad de género, lo que suponemos que provoca una alta tasa de subdenuncia quedando invisibilizada la realidad signada por esta violencia. Agrava aún más el cuadro, si consideramos que estas causas suelen diluirse en el tiempo y que no existen mecanismos de protección reales para una persona que denuncia a las fuerzas de seguridad... y menos aún si es trans.

Para poder entender el tejido subterráneo que sostiene estas prácticas, nos valemos de los desarrollos de Judith Butler en relación al cuerpo como dotado de significados en un contexto que los comprende. Las fuerzas de seguridad con su organización vertical, militarizada y patriarcal manifiestan de manera bruta y exponencial las definiciones hegemónicas que configuran los cuerpos legibles de lo abyecto, lo rechazado, lo no vivible, lo inteligible, el cuerpo que no importa. 

Ese cuerpo mal reconocido dentro de la normatividad de género, puede ser hostigado y maltratado, constituyendo lo que la autora nombra como Vidas Precarias. Vidas que al no ser reconocidas como tales, están expuestas a vulneraciones por parte del estado por acción, omisión y sin protección. Vidas que en el entrecruzamiento de dos sistemas de poder, atraviesan violencias que quedan en la sombra. 

Intentando dar luz ahí donde habita la sombra, compartimos este pequeño aporte sobre la violencia que padecen las mujeres de clases populares y el colectivo trans por parte de las fuerzas de seguridad. E instamos al estado, a dar respuestas reales a estas situaciones.



Julieta Evangelina Cano y María Laura Yacovino



Bibliografía:

-Butler, Judith (2002) : Cuerpos que importan, Sobre los límites materiales y discursivos del "sexo" .
-Butler, Judith (2015) : Curpos que aun importan. Conferencia dictada en UNTREF, Argentina. 
- Colectivo de Juguetes Perdidos (2014): ¿Quien lleva la gorra?. Violencia-Nuevos Barrios-Pibes Silvestres. Ed. Tinta Limón.
-Cordoba, D. y Meloni C.: A propósito de las vidas precarias. Entrevista a Judith Butler
-Gruenberg, C. y Pereyra Iraola, V.: Análisis preliminar sobre la relación entre el clientelismo, la pobreza y el género. I Foro Interamericano de Mujeres contra la Corrupción-
-Lereah Diego (2015) : Como Tortura la policía a las trans. Campaña Nacional contra la Violencia Institucional. Disponible en: http://www.contralaviolencia.com.ar/noticias/item/814-como-tortura-la-policia-a-las-trans
-Tiscornia, Sofia: Violencia policial. De las prácticas rutinarias a los hechos extraordinarios.
 

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